Por qué no recomiendan vacunar contra el Dengue a las personas mayores de 60 años
La vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, es considerada una herramienta posible para disminuir el número de casos graves y fallecidos.
El antígeno recibió la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en abril del año pasado, como también las de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y los entes regulatorios de Indonesia, Reino Unido, Islandia, Noruega y Brasil, entre otros. Hasta ahora, la evidencia más consistente y robusta sobre eficacia y seguridad del producto se probó en la población de niños de países considerados endémicos, en el rango de edad de 4 a 16 años. Sin embargo, por estudios “inmunopuentes” se concluyó que puede ser usada en adultos hasta los 60 años.
En este esquema, queda sin una respuesta concreta el grupo etario más delicado, que son los que superan la barrera de los 60. Para ellos, los especialistas sugieren que consulten a un médico antes de tomar la decisión de aplicarse la vacuna, porque hay algunos casos específicos en los que no sería seguro inocularse.
“Los adultos mayores son los que tienen mayor tasa de mortalidad por dengue. Pero hay un tema y es que no hay datos de seguridad ni de eficacia en adultos mayores. Si sé que en la Argentina hay un grupo de mayores de 60 años que se han vacunado por voluntad propia. Por eso, el consejo es consultar al médico debido a que si la persona tiene una enfermedad autoinmune, toma corticoides o realiza un tratamiento con inmunosupresores o anticuerpos monoclonales, no es indicado aplicársela”, detalla el infectólogo Eduardo López, jefe del departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Si bien remarca que cada uno debe consultar con su profesional de cabecera, el especialista señala que a los adultos mayores con cardiopatías o diabetes la vacuna los podría beneficiar porque son patologías que suelen complicar los cuadros de dengue.
“En cuanto a los efectos adversos de la vacuna, los síntomas comunes son dolor en el sitio local de aplicación, fiebre o dolor muscular, pero no genera un cuadro similar al del dengue. La vacuna tiene un buen perfil de seguridad en general y los que mejores resultados logran en términos de respuesta inmunológica son aquellos que ya cursaron la enfermedad”, subraya López.
Jorge Geffner, miembro del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), explica que el 75% de las infecciones por dengue son asintomáticas, el 25% son sintomáticas, con entre un 3% y un 4% de los afectados que cursan un episodio que amerita internación. “Por la gran cantidad de asintomáticos es complejo saber dentro de los fallecidos quién cursó la enfermedad por segunda vez y cuál murió por el primer contagio”, indica.
Geffner remarca que, con la edad, surgen comorbilidades que complejizan los cuadros. A la vez, agrega que, independientemente de la vacuna, es importante tomar las medidas de proyección universales, como usar repelente, descacharrar e instalar mosquiteros.
“En relación a la vacuna, ha cubierto muy bien los tres parámetros que se le piden a una vacuna, que son seguridad, inmunogenicidad y eficacia. Tiene un 85% de eficacia para prevenir dengue severo, lo que es muy alto. El estudio básico se probó en población pediátrica de 4 a 16 años; en ese grupo se hizo un estudio muy grande. En mayores, de 18 a 60 años, hay estudios que tienen que ver con inmunogenicidad y seguridad. Para los adultos mayores la seguridad está bien, puede generar solo una febrícula o cansancio, aunque no tenemos datos de eficacia en esa población. Pero todas las vacunas contra el dengue trabajan en generación de anticuerpos, entonces aun cuando los estudios de eficacia no estén hechos uno al extrapolar los resultados podría suponer que va a funcionar bien en mayores de 60. De todos modos, creo que dentro de poco va a haber datos para ese rango etario. Igualmente, todos deben consultar a su médico y cabe resaltar que los inmunosuprimidos no deben aplicársela”, describe Geffner.
La infectóloga Ángela Gentile, presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), indicó que la disposición de la Anmat autoriza que pueden aplicársela personas de 4 a 60 años que hayan padecido o no la enfermedad, aunque es “más eficaz en seropositivos”, es decir, en aquellos que ya atravesaron la infección.
¿Dónde se aplica y cuánto cuesta?
Hasta el momento, solo dos provincias están inoculando a su población de manera gratuita contra el dengue: Salta y Misiones. Allí las personas podrán asistir a un vacunatorio provincial para recibir el antígeno. En tanto, Corrientes ya lanzó una campaña de inmunización destinada a jóvenes de 20 a 40 años, que empezará mañana, con inscripción previa.
Quienes deseen pueden aplicarse la vacuna en el sector privado, con un costo promedio de $71.000 por dosis; el esquema completo consta de dos inoculaciones, con un intervalo de tres meses.
La Nación