Autorizan embargar activos de Argentina en EEUU por u$s187 millones por una deuda del default de 2001
Una jueza de la Corte de Apelaciones de Nueva York confirmó un dictamen de primera instancia. De esta manera, habilitó el embargo de bonos del Tesoro de EEUU que Argentina tiene en la Fed.
De acuerdo al dictamen, la jueza expresó: «Confirmamos las órdenes de embargo del tribunal de distrito porque los intereses de reversión de Argentina no están protegidos por la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras. Argentina utilizó los intereses en actividades comerciales en los Estados Unidos, dejándolos sujetos a embargo. Y los argumentos de Argentina de que sus activos embargados no son susceptibles de embargo bajo la ley de Nueva York no tiene mérito, por lo que también confirmamos la orden de entrega».
Además, indica que los motivos para cerrar el caso «no son convincentes», por lo que ordenó a las partes «que vuelvan a presentar sus escritos y apéndices dentro de los treinta días con redacciones estrictas que cumplan con esta Órdenes del tribunal». En esa línea, sentenció: «Afirmamos las órdenes del tribunal de distrito, negamos la moción para complementar el expediente y concedemos la moción para limitar el alcance del sellado».
El reclamo de fondos de inversión por la deuda en default del 2001
Los fondos Attestor Master Value, Trinity Investments y White Hawthorne, Bison Bee LLC y Bybrook Capital Master compraron deuda argentina en default desde 2001 a tenedores que nunca ingresaron a los tres canjes que emitió el país, en 2005 (bajo la gestión de Néstor Kirchner), 2010 (Cristina Kirchner) y 2016 (Mauricio Macri).
Se cree que son menos del 3% del total de los tenedores originales que mantuvieron la deuda en default e iniciaron juicio al Estado argentino, llamados coloquialmente holdouts o fondos buitre. En total, la Argentina adeuda unos u$s420 millones por la deuda en default de 2001.
Son títulos del Tesoro de Estados Unidos cupón cero que la Argentina tenía como garantía de pago de los bonos Brady que el país emitió a principio de los 90, cuando refinanció la deuda acumulada de la década anterior, gracias a una política de beneficios que lanzó el entonces secretario del Tesoro estadounidense, Nicholas Brady.
Si la Argentina no pagaba los intereses de los bonos Brady, los acreedores podían cobrar los bonos del Tesoro estadounidense que estaban en una cuenta especial en la Reserva Federal de Nueva York. Durante 2005, esos bonos ya fueron parte de un embargo cuando la Argentina lanzó el canje por la deuda en default de 2001. Cuando se reabrió el canje en 2010 y luego en 2016, los tenedores de los bonos Brady cambiaron su deuda en default y liberaron la prenda.
El especialista Maril hizo un recuento de los últimos fallos que el Estado argentino perdió en las últimas semanas: «En tan solo un mes, la Argentina perdió la apelación por los cupón PBI en Londres (u$s1.500 millones); recibió sentencia sumaria por deuda en default (u$s140 millones); perdió la certificación del fallo del Ciadi en EE.UU. en el caso Aerolíneas Argentinas (u$s340 millones), y perdió la apelación por embargos de activos soberanos en caso deuda en default (u$s420 millones). Repito, dejar que las cortes hablen no es una estrategia legal, sino una excusa para no tenerla».
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