“Era costumbre” abusar de ella: el crimen de Aralí, una nena de 8 años, el horror que conmueve a una comunidad cordobesa

Están detenidos su madre, el padrastro y otro hombre. Aralí Vivas, la nena de 8 años que apareció muerta en una casa incendiada en la localidad cordobesa de Brinkmann, continúa sumando detalles horrorosos.

El propio fiscal de la causa reveló que uno de los detenidos por el crimen dijo que «era costumbre que la abusaran”.

Para la Justicia ya está prácticamente confirmado que el incendio de la vivienda de Caseros al 800, en esta población de 10.000 habitantes, fue intencional para ocultar el crimen y probablemente también un abuso previo. Por eso, no se descarta que en las próximas horas se cambie la carátula a homicidio criminis causa: esto es, que a Aralí la mataron para ocultar otro (u otros) delitos.

La presunción del abuso sobrevoló la causa desde el principio. Ahora, en una entrevista con Cadena 3, el fiscal Oscar Gieco contó que así lo indican también “los dichos espontáneos de uno de los imputados al momento de la aprehensión, que lo manifiesta a tres policías que “era costumbre que la abusaran”.

Ante la repregunta del periodista de si este detenido –que no aclaró si era el padrastro o sus amigo– admitió que él la había abusado, el fiscal respondió que esa persona dijo que “era costumbre que se abusara de esa niña”.

Greco indicó que esa información ya está incorporada a la causa y que “presumimos que podría haber algún abuso en base a esos dichos. Se van a valorar y cotejar con el resto de la prueba”.

Por el asesinato están detenidos Matías Ezequiel Simone (33), padrastro de Aralí, y su amigo Cristian Hernán Varela (40), acusados hasta ahora por homicidio simple. Además, detuvieron a la madre de la víctima, Rocío Milagros Rauch (28), por el delito de homicidio calificado por el vínculo en calidad de partícipe necesario por su «omisión de cuidado».

Las fallas del sistema

En las últimas horas, el foco también comenzó a estar puesto en las fallas de las distintas instancias estatales que no lograron evitar el crimen de la nena, que vivía con cinco hermanitos.

Betiana Heredia, prima hermana de Rocío, habló con Clarín y aseguró que «todo el mundo sabía» de las condiciones en las que vivían la nena y sus hermanos antes de la tragedia. «Era un ambiente donde había maltratos, donde había peleas, donde había discusiones, consumo de droga, consumo de alcohol, fiestas. En ese ambiente ocurría todo esto«, contó.

La mujer tuvo a su cuidado a Aralí cuando era bebé, durante tres meses, por los serios problemas de adicciones de su madre. «Como siempre sucede, se la devuelven a la mamá porque tiene prioridad. Pero lo hacen sin saber cómo es y nunca averiguan cómo van a llegar a estar los nenes con la mamá», dijo Betiana, quien ahora tiene a su cuidado a dos de los hijos de su prima detenida.

El crimen de Aralí

El domingo, hubo una marcha en la que los vecinos de Aralí reclamaron justicia. Aseguraron que el viernes pasado por la noche empezó una fiesta en la casa donde vivía la nena con su familia y que la música no cesó hasta bien entrada la madrugada. Ya el sábado después del mediodía, y cuando todo parecía en calma, un llamado alertó a los Bomberos Voluntarios por un incendio.

Cuando llegaron a la casa , un vecino les advirtió que podría haber niños en su interior. Según consta en el informe preliminar de Bomberos, sólo hubo fuego en la planta alta y todas las puertas de la casa estaban sin llave. Por eso, se sorprendieron al encontrar el cuerpo calcinado de la nena.

Se cree que Aralí fue abusada y asesinada, y que luego prendieron fuego para intentar tapar la causa de la muerte y hacerla ver como un accidente. El informe forense no ofreció muchas pistas sobre el homicidio ya que el cuerpo de la nena resultó carbonizado, pero dio una certeza: Aralí ya estaba muerta cuando las llamas tomaron su pieza.

“De acuerdo a las cámaras de seguridad de la zona, los chicos estuvieron el viernes con Simeone y con Varela desde las 21 hasta la medianoche. Luego quedaron solos hasta pasadas las 3, cuando llegó Simeone nuevamente a la casa”, detalló el fiscal el lunes en una conferencia de prensa, y aseguró que el ambiente en que vivían los menores era de “extremada violencia”.

“Los pulmones (de Aralí) no estaban colapsados y se descartó la presencia de monóxido de carbono, así como la posibilidad de que hubiera sido asfixiada, dado que los pulmones estaban en buenas condiciones, dentro de lo calcinados que se encontraban. Dentro de los órganos que no se destruyeron en su totalidad, se pudo establecer que no había signos de que hubiese sido agredida con elementos punzantes o cortantes, ni con arma de fuego”, señaló.

Destacó que el fuego fue claramente para ocultar el homicidio de la niña y estimó que el crimen ocurrió alrededor de la medianoche anterior: “El incendio habría sido de forma dolosa. Los bomberos descartaron un fenómeno eléctrico y confirmaron que un agente externo lo provocó”.

También dio un dato que demuestra el horror que vivieron esos niños: “En cámara Gesell, una hermanita de Aralí contó que fue a despertarla esa noche y que, como no se movía, pensó que estaba dormida”.

En la autopsia se indica que Aralí presentó un traumatismo craneal. Los forenses señalaron que “pudo haber sido una muerte, en el peor de los casos porque nunca lo podremos ver, por efecto vasovagal, que pasa a veces en los abusos. Si bien esto no está comprobado todavía, con los estudios que hicimos podremos saber si hay vestigios de abuso sexual reciente o antiguo que pueda haber sido el detonante de esto”.

Con información de Clarín/Cadena 3

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