Definitivo: Donald Trump impondrá aranceles al acero y al aluminio para todos los países
El presidente estadounidense, Donald Trump, cumplió con sus anuncios de ayer y firmó órdenes ejecutivas que imponen aranceles aduaneros del 25% al acero y al aluminio este lunes.
“Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio”, dijo Trump en el Salón Oval mientras firmaba las órdenes ejecutivas. “Es un 25%, sin excepciones ni exenciones”. Trump añadió que sopesaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
“Nos estaban atacando tanto amigos como enemigos”, señaló Trump. “Es hora de que nuestras grandes industrias regresen a Estados Unidos”.
El mandatario también tiene la intención esta semana de ajustar los aranceles recíprocos, impuestos de Estados Unidos sobre las importaciones para igualar los niveles que cobran otros países, lo cual se suma a los aranceles del 10% que ya impuso a China, las tarifas de represalia de China que comenzaron el lunes y los aranceles de Estados Unidos planeados para Canadá y México que fueron suspendidos hasta el primero de marzo.
El republicano canceló las exenciones y cuotas libres de impuestos para los principales proveedores: Canadá, México, Brasil y otros países, en una medida que podría aumentar el riesgo de una guerra comercial en múltiples frentes.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que las exenciones habían erosionado la efectividad de estas medidas.
Trump también impondrá un nuevo estándar norteamericano que requiere que las importaciones de acero sean “fundidas y vertidas” y que el aluminio sea “fundido y moldeado” en la región para frenar las importaciones de acero chino mínimamente procesado a Estados Unidos.
La orden también se dirige a los productos de acero derivados que utilizan acero importado para los aranceles.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo que las medidas ayudarían a los productores de acero y aluminio de Estados Unidos y reforzarían la seguridad económica y nacional de Estados Unidos.
“Los aranceles al acero y al aluminio 2.0 pondrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias de acero y aluminio como columna vertebral y pilares de la seguridad económica y nacional de Estados Unidos”, dijo a los periodistas. “No se trata sólo de comercio. Se trata de garantizar que Estados Unidos nunca tenga que depender de naciones extranjeras para industrias críticas como el acero y el aluminio”.
Las tarifas afectarán mucho a Canadá, principal suministrador de acero y aluminio de Estados Unidos. Brasil, México y Corea del Sur también son importantes proveedores de acero. La federación del acero en el Reino Unido, UK Steel, espera que propine un “golpe devastador” a un sector ya en declive.
Contrario a lo que expuso Trump esta noche, el primer ministro, Anthony Albanese, dijo más temprano que Trump había accedido a considerar una exención para Australia.
“Fue una discusión muy constructiva y cálida con el presidente Trump”, dijo Albanese durante una conferencia de prensa tras su conversación telefónica con Trump.
El mandatario republicano había indicado a periodistas el domingo que introducirá nuevos aranceles del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, además de los ya existentes sobre los metales, en otra escalada importante de su revisión de la política comercial, el preámbulo de una guerra de tarifas en el orden global con consecuencias imprevisibles.
Todo esto conlleva riesgos de inflación en un momento en que los votantes ya están cansados de los altos precios y temen que el encarecimiento eclipse cualquier ganancia de ingresos. Trump sostiene que los aranceles nivelarán el campo de juego en el comercio internacional y harán que las fábricas de Estados Unidos sean más competitivas, de tal manera que cualquier impacto negativo para los consumidores y las empresas acabarán mereciendo la pena.