Asumió el nuevo coordinador del Incaimen
Se trata del médico Rodolfo Fernández, urológo especialista en trasplante que trabaja en el Instituto de Ablación e Implante desde hace 15 años.
El ministro de Salud y Deportes, Rodolfo Montero, designó como nuevo coordinador del Incaimen a Rodolfo Fernández. El flamante funcionario es médico urológo especialista en trasplantes y hace 15 años que se desempeña en el Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza.
El Incaimen es un organismo provincial que es regido por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), el organismo encargado de controlar y fiscalizar la procuración de órganos y tejidos para trasplantes. También es de su competencia fiscalizar y mostrar la transparencia del programa y de los trasplantes, ya sea de órganos, tejidos o células progenitoras hematopoyéticas (de médula ósea).
“Mendoza es una de las provincias que mejor posicionada está a nivel nacional en procuración, y mi desafío es mejorar esos números”, manifestó el nuevo coordinador del Incaimen, Rodolfo Fernández.
En el Hospital Central se encuentra el Centro de Trasplante de Médula Ósea, que tiene varias complejidades. “El que se está haciendo es el autotrasplante, o sea, el mismo paciente que necesita sus células se hace un tratamiento, se le bloquea la médula ósea para que después pueda recibir sus propias células. El próximo paso será con el donante relacionado, que puede ser un familiar o uno de la lista del registro nacional. Pero primero tenemos que aceitar bien el autotrasplante para después seguir con los otros”, explicó Fernández.
¿Cómo trabaja el Incaimen?
Tiene un equipo de médicos y enfermeros profesionales que detectan cuando un paciente se va a transformar en donante. Al respecto, Rodolfo Fernández señaló que generalmente estos donantes están en unidades críticas, como las terapias: unidades de cuidados intensivos y unidad coronaria. Los médicos responsables avisan al Incaimen para que el equipo vaya y constate la muerte cerebral.
Posteriormente se activa un protocolo para la ablación de órganos y después, a través del Sintra (sistema informático del Incucai) se realiza la distribución de esos órganos.