Crece la presión que enfrenta Joe Biden para retirarse de la carrera presidencial
La presión crece sobre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El mandatario estadounidense enfrenta nuevos cuestionamientos sobre su candidatura a las elecciones presidenciales de noviembre, mientras sus eventos de campaña están en pausa debido a una infección por covid-19.
Los dos principales líderes demócratas en el Congreso de Estados Unidos, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, se reunieron individualmente con él para expresarle sus preocupaciones sobre su candidatura a la reelección, según distintos informes.
Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, también le dijo en privado que los sondeos indican que no puede vencer a Donald Trump en las elecciones de noviembre, según informó CNN.
En un comunicado difundido el jueves, el equipo de Pelosi criticó las especulaciones de los medios estadounidenses, pero no negó que la conversación hubiera tenido lugar.
«La presidenta Pelosi respeta la confidencialidad de sus reuniones y conversaciones con el presidente de Estados Unidos», dice el comunicado.
«Lamentablemente, el frenesí de la prensa basado en fuentes anónimas tergiversa cualquier conversación que la presidenta [de la Cámara] haya tenido con el presidente».
También este jueves, The Washington Post informó que fuentes demócratas sin identificar dijeron que el expresidente Barack Obama habría planteado que Biden debe «reconsiderar su candidatura».
El intento de reelección de Biden ya se estaba viendo afectado por una creciente disidencia entre los principales demócratas después de su desastroso desempeño en el debate frente a Trump el 27 de junio.
Al anunciar el miércoles que el presidente contrajo covid, la secretaria de prensa de Biden dijo que el político de 81 años tenía síntomas leves.
Quedará aislado en su casa de Delaware mientras desempeña «plenamente todas sus funciones», afirmó Karine Jean-Pierre.
Esta es la tercera vez que el mandatario contrae la enfermedad, pero el nuevo diagnóstico exacerba las preocupaciones actuales sobre su edad, salud y fragilidad.
Biden fue visto más temprano ese día visitando a sus seguidores en Las Vegas y hablando en un evento. Pero más tarde, se vio obligado a cancelar un discurso en “UnidosUS”, una organización latina de derechos civiles.
El hecho marcó un final repentino y debilitante para un viaje en el que se suponía que Biden volvería a emprender la campaña electoral con toda su fuerza, después de la pausa provocada por el intento de asesinato de Trump el pasado 13 de julio durante un mitin en Pensilvania.
Cancelada su aparición en público, el mismo miércoles se vio a Biden subiendo lenta y cautelosamente las escaleras del avión Air Force One.
No llevaba mascarilla. Al subir al avión se le escuchó decir: «Bien, me siento bien».
Llamados para que se retire de la campaña
Biden se ha enfrentado a crecientes llamados para retirarse de la carrera electoral en las últimas semanas.
Durante las reuniones privadas con Biden que tuvieron lugar la semana pasada, Schumer y Jeffries, según múltiples informes, expresaron su preocupación de que su candidatura pudiera perjudicar las posibilidades de controlar cualquiera de las cámaras del Congreso.
En medio de este clima, el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, dijo: «El presidente les dijo a ambos líderes que él es el candidato del partido, que planea ganar y espera trabajar con ambos para aprobar su agenda de 100 días para ayudar a las familias trabajadoras».
Un portavoz de Jeffries dijo que «fue una conversación privada que seguirá siendo privada».
La oficina de Schumer calificó el informe de «especulación ociosa», pero añadió que el líder demócrata «transmitió las opiniones de su grupo directamente al presidente Biden».
CNN también informó que Pelosi le dijo al presidente en una conversación reciente que las encuestas sugerían que él podría perjudicar las posibilidades de los demócratas de ganar la Cámara en noviembre.
No está claro cuándo tuvo lugar la conversación. La oficina de Pelosi le dijo a CNN que no ha estado en contacto con el presidente desde el viernes.
Pelosi no quiere que la acusen de deslealtad al presidente que admira, pero tampoco quiere que la vean como cómplice si los demócratas sufren enormes pérdidas bajo el gobierno de Biden en las elecciones de noviembre.
Y The New York Times informó que a Schumer le mostraron datos de un alto comité demócrata de recaudación de fondos que lo alarmaron: el presidente está rezagado en estados clave que deben ganar como Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
Alrededor de dos docenas de políticos demócratas le han pedido públicamente a Biden que se haga a un lado en las últimas semanas, incluido Adam Schiff, un congresista de California que le pidió al presidente que «pase la antorcha».
Schiff dijo que Biden «ha sido uno de los presidentes más importantes en la historia de nuestra nación» y que podría «asegurar su legado de liderazgo» permitiendo que otro demócrata dé un paso al frente.
Biden dijo en una entrevista que no sentía que pudiera pasar el testigo con un país tan «dividido».
El presidente también dijo, por primera vez, que consideraría abandonar la carrera si alguno de sus doctores dijera que tenía una «condición médica».
El cerco se estrecha
Por Nomia Iqbal, enviada de BBC News a la Convención Nacional Republicana en Milwaukee
El cerco parece estar cerrándose en torno al presidente Biden.
Nancy Pelosi, Hakeem Jeffries, Chuck Schumer y Adam Schiff están entre los líderes más influyentes dentro del Partido Demócrata.
Si bien no todos han pedido públicamente que Biden renuncie a ser candidato, es notable el hecho de que no niegan los informes que han trascendido sobre conversaciones privadas.
Pelosi en particular es una política con cicatrices de batallas que muy probablemente esté jugando una partida de ajedrez en 3D.
El intento de asesinato del expresidente Trump parecía haber sofocado la rebelión demócrata hace una semana, pero tal vez la realidad es que la ha agravado.
La política no se trata sólo de la solidez de las medidas que se emprendan. Se trata de proyectar fuerza física como líder.
Muchos republicanos aquí en la Convención Nacional Republicana me dijeron que están contentos de que Biden permanezca en la carrera porque creen que no es competencia para Trump. Y dejando a un lado las encuestas, su confianza no es infundada.
El video del miércoles de un frágil presidente Biden caminando lentamente por el Air Force One junto con imágenes de un Donald Trump que desafía a la muerte con el puño en alto gritando «¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!» es un contraste demasiado marcado.
Pero, en última instancia, la decisión de hacerse a un lado tiene que provenir de Biden, quien desdeña las encuestas y señala la victoria de Trump en las elecciones de 2016 y la suya propia en 2020, así como las elecciones de mitad de mandato, como ejemplo de que los sondeos no son infalibles.
También hay demócratas que aún apoyan plenamente al presidente y consideran que todavía es inteligente.
Pero a un mes de la Convención Nacional Demócrata, cuando se sella la nominación, parece como si el reloj se hubiera reiniciado nuevamente y estuviera corriendo.
Cambio de planes
Antes de que se conociera que el presidente tiene covid, Biden hizo el miércoles una parada de campaña en un restaurante mexicano de Las Vegas.
El restaurante estaba lleno de color, con arte mexicano y guitarras colgando de las paredes y pancartas colgadas del techo. Una pared estaba adornada con carteles de “Biden-Harris”.
Mientras los ventiladores del techo giraban a baja velocidad y el pop latino sonaba silenciosamente en los parlantes, Biden entró al comedor principal por la puerta de la cocina, que estaba flanqueada por un destacamento del Servicio Secreto.
Estrechó la mano de los comensales, que claramente habían sido preparados con tiempo de antelación para su llegada, besó a uno y se tomó selfies con otros.
El presidente parecía algo más rígido y más lento que el día anterior, cuando había brindado una actuación enérgica en un discurso ante un grupo nacional de derechos civiles.
Al comentar más tarde ese día sobre su infección por covid, el médico del presidente, Kevin O’Connor, dijo que Biden había presentado síntomas en las vías respiratorias superiores, como secreción nasal y tos, y que le habían administrado su primera dosis de Paxlovid.
Se sintió bien durante su primer evento del día, pero luego dio positivo, dijo O’Connor.
Biden publicó un mensaje en la red social X para agradecer a todos por «los buenos deseos» y dijo que trabajaría durante su recuperación.
En otra publicación de su cuenta, afirmó: «Estoy harto»… “de Elon Musk y sus amigos ricos tratando de comprar estas elecciones. Y si estás de acuerdo, colabora aquí».
El mensaje apuntaba a un portal de donaciones.
BBC Mundo