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Cuatro jugadores de la selección argentina que se acercaron al Vaticano para despedirse del Papa Francisco

Los jugadores argentinos Paulo Dybala, Leandro Paredes, Matías Soulé y Valentín Castellanos asistieron a la basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, para despedir al Papa Francisco, cuya muerte consternó al mundo entero.

Dybala fue quien encabezó la delegación de la Roma, que se acercó para darle el último adiós al Sumo Pontífice, quien falleció el pasado lunes a los 88 años producto de un derrame cerebral que derivó en un paro cardíaco. Además de sus compatriotas, a la Joya lo acompañaron el DT Claudio Ranieri y los capitanes del club capitalino de la Roma.

Los integrantes de la Loba estuvieron durante 15 minutos al lado del féretro donde descansa el cuerpo del Santo Padre argentino a los pies del baldaquino de Bernini.

La delegación de la RomaLa delegación de la Roma que fue a despedir al Papa Francisco

Tiempo después, se pudo observar a Taty Castellanos acudir con la delegación de la Lazio, el otro club de la capital italiana y clásico rival de la Roma. Junto a él estuvieron presentes el presidente, Claudio Lotito; el entrenador, Marco Baroni; el director deportivo, Angelo Fabiani; el capitán Mattia Zacagni y otros integrantes de la cúpula dirigencial.

“Tuve la fortuna de encontrarme con él (Francisco) en varias ocasiones, y siempre me sorprendió su cercanía y la pasión que tenía por el fútbol. Estando en Roma tuve la posibilidad de conocerlo, también cuando estuve en Juventus”, manifestó Dybala tras el fallecimiento de Francisco, en una conferencia de prensa de los Premios Laureus.

“Sin dudas que es una noticia muy triste para el mundo en general, pero para nosotros también. Su pasión por el fútbol lo hacía más grande para nosotros, lo que siempre significó. Es una pérdida muy grande en todo sentido, tanto para la gente católica como para todo el fútbol, para nosotros los argentinos también. Mandar todas las condolencias a la gente del Vaticano, su familia y que se puedan recuperar pronto», agregó.

Francisco era en un fanáticoFrancisco era en un fanático de San Lorenzo

Vale recordar que el Papa era un apasionado por San Lorenzo. El amor por el CASLA nació en 1946, cuando con apenas nueve años, y de la mano de su papá Mario, un fanático del club y empleado de los ferrocarriles, Bergoglio presenció desde las tribunas del Viejo Gasómetro de Avenida La Plata las actuaciones del equipo que se consagraría campeón con 46 puntos, tres más que Boca Juniors y cinco por encima de River Plate

En ese sentido, el Pontífice nunca dejó de lado su pasión y montó un museo dedicado al fútbol en el Vaticano. Los protagonistas principales, como no podía ser de otra manera, son San Lorenzo y la selección argentina. Dentro de las tres camisetas del Ciclón, la que más se destaca es la que lleva grabado el nombre de Francisco en la espalda y conmemora a la consagración en el Torneo Local 2013, algo que sucedió prácticamente a la par de su elección como Papa.

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