Después de 8 años, Manchester United tomó revancha del City y se quedó con la FA Cup
Manchester United tuvo su recompensa en el último partido de la temporada del fútbol inglés. En Wembley, se tomó revancha de la final del año pasado, superó al City y gritó campeón de la FA Cup, el torneo de clubes más antiguo del mundo.
El equipo de Erik ten Hag se impuso por 2-1 con los goles de Alejandro Garnacho y Kobie Mainoo (descontó Jeremy Doku sobre el cierre) y logró su 13° título en la competencia. Pero además, el conjunto que viste de rojo logró la clasificación a la Europa League ya que había quedado octavo en la Premier y afuera de todas las competencias europeas.
Lisandro Martínez fue titular y cumplió una buena tarea: neutralizó a Erling Haaland y fue el líder de una sólida defensa que solo fue vulnerada cuando el argentino dejó el campo de juego. En contrapartida, Julián Álvarez empezó en el banco en el equipo de Josep Guardiola y saltó al campo en el segundo tiempo. Le dio frescura al ataque del City, pero falló en la única jugada clara de gol que tuvo.
El United logró vencer al rival de su ciudad después de tres derrotas al hilo: la de la final de la FA Cup de la temporada pasada, y las dos por Premier de este año. Y también, Erik ten Hag consiguió oxígeno, es que antes del partido se especulaba con la salida del entrenador neerlandés de los Red Devils en caso de no poder levantar el trofeo. ¿Seguirá en la próxima temporada?
El partido fue frenético de principio a fin y se definió por detalles. En la primera jugada del partido, Licha Martínez dejó en claro que no se iba a dejar intimidar por el gigante noruego y tras un centro al área le metió un topetazo que le impidió definir. Haaland y todo el City pidieron penal, pero para el árbitro Andy Madley la jugada fue lícita.
El duelo táctico fue de presión contra presión, al menos en el primer tiempo y aunque el City fue más preciso, el United aprovechó el error entre Gvardiol y Stefan Ortega para ponerse en ventaja. Garnacho, rápido y astuto, no dio por perdido un pelotazo desde el fondo y generó el blooper entre el defensor y el arquero rival para definir con el arco vacío y poner el 1-0.
Con la ventaja, el United se paró para contraatacar y el City padeció el peso del partido. Con su última línea delante de la mitad de la cancha, el City era vulnerable y Garnacho lo supo aprovechar en cada pique al espacio. En cuanto se escapó, habilitó a Rashford, que logró convertir, pero el gol fue anulado por una posición adelantada milimétrica del argentino.
El 2-0 llegó enseguida, a los 39 minutos, cuando Kobbie Mainoo definió con clase y selló una gran jugada colectiva. El City sintió el golpe y se fue al descanso preocupado. Sobre todo porque no lograba lastimar a un United bien plantada y con Lisandro Martínez en modo crack.
Para el complemento, Guardiola movió el banco y mandó a la cancha al belga Jeremy Doku primero y a Julián Álvarez después. El United ya se refugiaba cerca de su arco y administraba la ventaja de dos goles. Pero el belga empezaba a ser intratable por la izquierda y el cordobés le imprimía vértigo a un ataque renovado. Sin embargo, el City chocó con la figura del arquero camerunés André Onana.
El guardameta africano atajó todo lo que le tiraron. Primero contó con la complicidad del travesaño, que le negó el gol a Haaland. Después, le sacó el gol dos veces a Walker y también a Álvarez. El delantero cordobés tuvo la más clara para conseguir el descuento cerca de los 20 minutos, pero definió desviado tras quedar mano a mano con el arquero.
Los minutos se consumían y aunque el City insistía por el descuento, el gol no llegaba. Fue gracias a una maniobra individual de Doku que contó con el único error de Onana en el partido que los dirigidos por Guardiola pudieron achicar la distancia. Pero ya era demasiado tarde.
El United se quedó con la FA Cup y pudo respirar aliviado al cierre del partido y de la temporada. Se quedó con un título emblemático en Inglaterra y también entró -por la ventana, con el último aliento- a la Europa League y fiel a su historia dirá presente en una competencia internacional en la próxima temporada cuando parecía que el tren partía y los vestidos de rojo se quedaban en el andén.
Clarín