El Gobierno anunció la eliminación de tres fondos fiduciarios: Emergencias, Progresar y Protección de Bosques

Esta mañana el Boletín Oficial publicó el Decreto 888/24 que establece la disolución de tres fideicomisos que destinaban dineros al Fondo Nacional de Emergencias, el Fondo Fiduciario Progresar y el Fondo de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, manifestó que estos «habían mostrado graves irregularidades en su funcionamiento».

EN un extenso comunciado vía X, Sturzenegger que «los fondos fiduciarios son una suerte de “caja”, con recursos pre-asignados a un fin específico y cuentan, a su vez, con mayor agilidad de contrataciones. Parecen objetivos loables, ¿no?, sobre todo para la atención a emergencias; pero ambos conceptos encierran el germen de una mala administración». Seguidamente explicó: «La asignación de los recursos para gastos específicos garantiza un mal uso de los mismos, porque no permite ponderar en cada momento el beneficio de un gasto frente al beneficio que lograría en otro uso. (Imaginemos un terremoto y no poder transferir las partidas de turismo, por ejemplo, a la ayuda a los damnificados). La agilidad del gasto, por otra parte, es un arma de doble filo; puede servir para ser eficientes, pero también para la corrupción».

Recordó que al comienzo de la gestión, el ministro Guillermo Francos se lamentaba porque los recursos que disponía «el fondo fiduciario que necesitaba para combatir unos incendios en Chubut habían sido dilapidados por la administración de Fernández-Massa para sostener a Telam. Otros fondos que supuestamente estaban asignados a la inversión en infraestructura habían desaparecido financiando créditos blandos para tratar de estimular la campaña electoral de Sergio Massa».

También detalló que los fondos fiduciarios que se cierran con el Decreto 888/24, «o no se habían puesto en marcha o habían mostrado graves irregularidades en su funcionamiento».

Los objetivos que motivaron la creación de estos fondos se seguirán impulsando en la medida que el Congreso de la Nación así lo determine en el presupuesto nacional, que es la única fuente de validación de gastos en una sana administración pública. El Decreto 888/24 de hoy, nos acerca a una gestión más racional y transparente de los recursos de los contribuyentes, paso fundamental para una macro más ordenada y una sociedad con menos corrupción

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