Escándalo en San Juan. Un final 11 vs. 8: tres expulsados, empujones, insultos y señas de «arbitraje comprado»
Todo terminó en un escándalo en San Juan. Fue en el duelo de vuelta correspondiente a los cuartos de final por el segundo ascenso que ofrece la Primera Nacional.
San Martín de esa ciudad igualó como local 2 a 2 frente a All Boys, pero todo se desató tras el descuento del local. Sucedió en los minutos finales y cuando culminó el partido que le dio el pase a la próxima instancia al cuadro verdinegro. Los futbolistas del Albo pidieron una mano, sufrieron tres expulsados. Hubo un fuerte enojo con el arbitraje y también con sus rivales.
Todo era alegría para All Boys en San Juan. Los de Floresta, que habían caído en casa por 1 a 0 debían ganar por dos goles de diferencia para avanzar. En el segundo tiempo, Franco Toloza abrió la cuenta a los cuatro minutos y a los 19, Tomás Assennato le daba del 2 a 0 a All Boys y la clasificación. Y faltaban 30 minutos. Sin embargo, a partir de allí empezó el descontrol en el partido.
A los 32 minutos, San Martín atacaba por la derecha y previo al tanto, Sebastián González, volante del local, recibió la pelota y le dio en la mano. De inmediato llegó la protesta por parte de los jugadores del visitante, pero para Fabricio Llobet, árbitro del partido, no pasó nada. El volante del sanjuanino envió el centro y Maximiliano Casa anotó el descuento con un golazo.
Ese tanto le permitía a San Martín clasificarse a las semifinales, teniendo en cuenta la ventaja deportiva. Y cuatro minutos más tarde empezó a descontrolarse todo All Boys. Primero fue expulsado Franco Toloza, por un llamado de atención de un juez de línea. La jugada no fue repetida por la transmisión y nunca se supo por qué vio la roja.
A los 43, Juan Salas, del Albo, comenzó a empujarse con Agustín Sienra. Tras algunos enfrentamientos el defensor de San Martín cayó en el área y Llobet no dudó en expulsar al volante. Los nervios de los jugadores del cuadro de Floresta eran cada vez mayores y se lo vio a su capitán, el experimentado futbolista Jonathan Ferrari, haciendo señas en alusión a un “arbitraje comprado”.
Ya en tiempo de adición y con San Martín sin poder definir el partido con dos hombres de más, llegó… la tercera expulsión. En un desesperado ataque del visitante con el afán de conseguir el tanto que le dé la clasificación, Ferrari saltó con sus piernas para adelante y se llevó la segunda amarilla.
Muy enojado el capitán, fue a protestarle de mala manera a Llobet y cuando se retiraba de la cancha, debió ser acompañado por un colaborador, repitiendo las mismas señas que había hecho anteriormente.
En una de las últimas acciones, All Boys fue desesperado a buscar el gol y San Martín aprovechó el espacio y la ventaja numérica para definir el partido con el segundo tanto de Maximiliano Casa que le permitió a los sanjuaninos establecer el 2 a 2 y de ese modo resolver el pase a la semifinal del torneo reducido. Este tanto continuó con el enojo de los visitantes que fueron directamente a empujar a sus rivales, entendiendo que sobraban la situación.
Llobet finalizó el partido, pero los ánimos de los jugadores de All Boys seguían caldeados. Y todos fueron de inmediato a protestarles al árbitro del partido y los asistentes. Empujones e insultos cara a cara. Algunos intentaron separar, hasta que llegó la policía para calmar lo ánimos, que demoraron en finalizar con el tumulto.
La Nación