Fabiola Yañez dijo que extravió el teléfono que contenía las conversaciones con Fernández, pero aportará capturas de pantalla

Fabiola Yañez declaró ante la Justicia que extravió el teléfono celular que contiene todas las conversaciones con Alberto Fernández durante su gestión.

Según explicó, el celular donde estaban esos chats fue extraviado en una mudanza en España, cuando pasó del departamento que compartía con Fernández en Madrid a otro, también en la capital española, que ocupa actualmente. Lo declaró la semana pasada ante los fiscales. La Justicia, de todas formas, confía en reconstruir los intercambios y buscar otras pruebas que permitan corroborar el relato.

El expresidente había dicho, en la entrevista que dio al diario El País, que “desaparecieron” los chats con Fabiola Yañez de entre 2022 y 2023. “No tengo manera de corroborar cómo es toda esa conversación”, añadió.

El celular que Yañez dijo haber extraviado podría haber quedado en manos de Fernández, según declaró la ex primera dama.

Yañez aportará a la Justicia los intercambios de los últimos meses. Es posible que se presente este lunes o en los primeros días de esta semana. En ellos, Yañez presentará conversaciones de las últimas semanas, en las que podría complicarse la situación de Fernández si se prueba que violó la orden del juez de no comunicarse con Yañez.

Esa restricción judicial fue notificada al expresidente en su departamento de Puerto Madero, cerca de las 19.00 del 6 de agosto. Fuentes conocedoras del vínculo entre ambos dan cuenta de que hubo mensajes por parte de Fernández al borde de ese horario, pero todavía no está claro si fueron posteriores o previos en el momento en que la Policía le entregó la orden judicial firmada Julián Ercolini.

Más allá de la suerte que corrió el teléfono, Yañez aseguró que tiene capturas de pantalla sobre las conversaciones previas a 2024.

Esta semana estará cargada de novedades. Primero, porque se dirimirá la cuestión de la competencia. La defensa del expresidente ya planteó que el caso pase a la justicia federal de San Isidro. El juez le corrió vista a la querella, que se opuso al cambio de juzgado, y argumentó que comenzó en Puerto Madero y se extendió hasta Madrid. El fiscal Ramiro González deberá esta semana hacer su planteo y luego Ercolini decidirá dónde tramitará la causa. Todo indica que, por ahora, quedará en Comodoro Py.

En segundo lugar, esta semana comenzarán a desfilar por tribunales los testigos. Por ahora fueron citados seis. Alicia Barrios, la periodista, y María Cantero, la exsecretaria de Fernández, serán las primeras en declarar, este jueves. En el caso de Cantero, el fiscal deberá ejecutar la estrategia que ya planteó cuando la citó como testigo, ya que ella conocía los potenciales hechos de violencia. Cantero pretende garantías que no la perseguirán ante una posible autoincriminación. Eso será clave para detectar qué tanto se explayará en su relato. Fuentes cercanas a la exsecretaria aseguraron que buscará “plantear su verdad”.

Y finalmente, esta semana será clave porque dentro de los próximos días deberán citarse a los dos testigos que faltan. A Barrios y Cantero le seguirán Daniel Rodríguez, el exintendente de la quinta de Olivos, y Miriam Yañez Verdugo, la madre de Fabiola, cuando se instrumente su declaración desde Madrid. Falta citar a Federico Saavedra, el extitular de la Unidad Médica Presidencial, y Sofía Pacchi, quien era amiga de Yañez. Este último testimonio apareció en los últimos días rodeado de versiones por las dificultades que aparecieron para contactarla. Algunas fuentes argumentaban que estaba internada, otras que había tenido un hijo y que se encontraba en México. Lo único que es un hecho es que todavía no respondió a los contactos del Poder Judicial.

No hay que descartar que en los próximos días se citen más testigos. Hay personas que eran muy cercanas y que todavía no han sido buscadas por la fiscalía. Una de ellas es Carolina Marafioti, la estilista de Yañez y una de las pocas asistentes a la fiesta de Olivos a la que siguió viendo frecuentemente después de que se destapara el escándalo, el 12 de agosto de 2021. También hay una gran duda alrededor del caso de Juan Pablo Fioribello, el abogado que acompañó a Yañez en la primera audiencia con el juez Ercolini, a fines de junio, cuando el caso todavía no había salido a la luz. Los chats a los que accedió LA NACION dan cuenta de que hubo intentos de negociación entre Fernández y Yañez antes de que ella hiciera la denuncia, en los que participó el letrado.

Por otra parte, Ercolini ya respondió negativamente a una de las medidas de prueba requeridas por el fiscal González. Había pedido realizar una inspección ocular de la quinta de Olivos, donde habrían ocurrido la mayor cantidad de hechos de violencia, pero el pedido fue denegado. Según explicaron fuentes cercanas al juzgado, se debe a que estos eventos se dieron en ámbitos de intimidad, por lo que el levantamiento de rastros no es necesario. La respuesta del juez apuntó a que no era conducente a la acreditación de la hipótesis de imputación hacer una inspección judicial en el predio donde ahora vive Javier Milei. Esta será una prueba menos con la que contará la fiscalía, que se suma a la imposibilidad de transmitir los videos registrados por las cámaras de la quinta, ya que el Gobierno dice que no están disponibles, y a las evidentes ausencias y errores que se ven en las planillas de ingresos a la residencia presidencial.

Por ahora, como prueba, la fiscalía dispone de la conversación completa entre Fabiola Yañez y María Cantero, que comienza el 24-06-21 y termina el 16-03-2023. Si hablaban por el otro teléfono (u otro servicio de mensajería) de la exsecretaria de Alberto Fernández aun no está integrado a la causa principal de la que salieron, la de los seguros, ni a la de violencia de género que tramita en el mismo juzgado, el de Ercolini. Los intercambios durante casi dos años de las dos mujeres revelan datos clave sobre lo valioso que podrá ser el testimonio de Cantero para la ex primera dama.

LA NACION leyó todos los intercambios registrados durante esos casi dos años. La primera conclusión que se extrae es que las fotos de los golpes que Yañez le envía a Cantero en la noche del 12 de agosto, día en el que se conoció la fiesta de Olivos, no fueron una completa sorpresa para su interlocutora. La violencia (por lo menos verbal) entre Fernández y Yañez no era novedad y el enojo y tristeza de Fabiola en su relación marital, tampoco. Justamente, la charla que llevó al envío de las imágenes arrancó con una muestra de simpatía de Cantero hacia Yañez, en la que le expresó que contaba con ella y que no permitiera “que ningún HDP te baje el ánimo o te entristezca”.

Para La Nación, Camila Dolabjian

 

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