Los síntomas del ACV: actuar con velocidad es la clave para salvar vidas y evitar secuelas
El accidente cerebrovascular es una de las afecciones con mayor prevalencia. Aproximadamente, en el mundo fallecen 6 millones de personas por año como consecuencia de un ACV.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular y, por esta razón, durante todo el mes, el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes de Mendoza realizará distintas actividades para generar conciencia en la población sobre esta enfermedad.
En este marco, la subsecretaria de Planificación y Coberturas Públicas Sanitarias, Yanina Massaresi, acompañó a un grupo de profesionales de la Red de Tele neurología de Urgencias de la Provincia, que brindaron información sobre cómo actuar ante la sospecha de un ACV.
“El objetivo de estas acciones es concientizar a la población sobre la cadena de atención de un accidente cerebrovascular, la cual se inicia con la detección del probable accidente usando la escala de evaluación FAST -cara, brazos, dificultad para hablar- y la activación del sistema prehospitalario”, explicó el especialista Gonzalo Álvarez Parma.
Ante la sospecha de que una persona está sufriendo un ACV, se le debe pedir que sonría para observar la simetría facial. También deberá levantar los brazos, en lo posible con los ojos cerrados, para comprobar debilidad, en uno o en ambos, o parálisis competa. Posteriormente, se deberá evaluar si la persona habla con dificultad o no puede hablar. “Si estos tres síntomas están presentes, la probabilidad de un accidente cerebrovascular supera el 90% y, entonces, de modo urgente se debe activar el sistema de emergencias prehospitalario”, señaló Álvarez Parma.
Según el profesional, el accidente cerebrovascular “es una enfermedad tiempodependiente: por cada minuto que pasa se pierden alrededor de 2 millones de neuronas y por eso el paciente debe trasladarse de manera urgente a un centro médico con un tomógrafo las 24 horas y un equipo entrenado en la atención del ACV. Entre más rápido se haga, más chances existen de evitar secuelas”.
El ACV es una de las enfermedades con mayor prevalencia. Es la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad en el mundo. Si bien se produce más frecuentemente entre mayores de 40 años, actualmente se registra un aumento de casos entre personas más jóvenes, producto de cambios en el estilo de vida y los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, el estrés, el sedentarismo y el tabaquismo.