Miedo a perderse algo: qué es el FOMO y cómo prevenirlo
Uno de los principales problemas que afecta a la población actual, sobre todo a los más jóvenes, es el FOMO, por sus siglas en inglés (FEAR OF MISSING OUT), o miedo de perderse algo.
El FOMO está relacionado con la ansiedad generada por el temor a perderse un evento social o cualquier otra experiencia positiva, especialmente del tipo de actividades que te enterás a través de las redes sociales.
Este fenómeno refiere a la irresistible necesidad de estar continuamente conectados a internet y participar de manera activa en las redes. Repercute de tal forma en la persona, que esta empieza a usar excesivamente las plataformas digitales, impulsada por el miedo a ser excluido y perderse experiencias.
Surge el deseo de mantenerse constantemente conectado y de verificar de forma compulsiva las redes sociales, siendo esto lo primero a consultar al despertarse y lo último antes de dormir. De esta forma, el uso de redes abarca las principales actividades cotidianas de la persona, dando lugar a una rutina problemática.
El mal uso o el uso problemático de las redes ocurre cuando la persona las utiliza para aliviar algún malestar como el estrés, la sensación de soledad o la depresión. La persona tiende a involucrarse cada vez más, dado que las redes sociales brindan una serie de recompensas y confort, experimentando sensación de autoeficacia, pertenencia y satisfacción. Así, se empieza a ignorar las relaciones reales, cambiándolas por la interacción virtual cotidiana.
¿Cómo saber si tenemos síntomas de padecer FOMO?
- Hay una importante disminución del bienestar emocional.
- Sensación de inseguridad, evitación, irritación ante actividades de la vida real y más dependencia a las interacciones virtuales.
- Estrés asociado a experiencias negativas con otros usuarios en redes sociales.
- Tendencia a utilizar de forma excesiva los dispositivos electrónicos. Revisar o actualizar de forma obsesiva las distintas redes sociales con el fin de tener conocimientos sobre la actividad de los demás. Así como documentar de forma constante la vida propia.
- Disminución en la motivación académica o laboral, focalizando la atención específicamente a la interacción virtual.
- Problemas de autoestima y autoconcepto, hay una comparación constante sobre la vida propia y la que las demás personas reflejan en redes. Ello puede derivar en problemas de imagen personal.
- Sintomatología ansiosa, situando expectativas en las redes sociales para aliviar o atenuar la sensación de malestar, lográndolo solo de manera momentánea y a corto plazo.
- Problemas de iniciativa personal o para relacionarse con otras personas en la vida real. Este último aspecto es importante sobre todo en adolescentes, dado que se encuentran en la etapa en la que existe un mayor esfuerzo para determinar su identidad y autonomía.
Cómo prevenir el FOMO
La Cruz Roja Argentina – Filial San Rafael, brinda una serie de consejos para prevenir el FOMO.
Entre ellos, menciona el hecho de apagar el celular, siempre que no sea imprescindible, llevar una cuenta de cuántos minutos (u horas) se destinan al uso del teléfono, establecer horarios y pautas para el uso de las redes sociales, y priorizar los momentos de conexión con otras personas.
Asimismo, invita a acompañar a las personas que padecen FOMO, y a recordarles que no todo lo que se ve en redes es real.
Una buena opción para los padres que tengan hijos menores de edad a su cargo, es Google Family, herramienta gratuita (solo es necesario tener una cuenta de Google) que permite conocer a qué dedican el tiempo los hijos cuando están con sus dispositivos, y gestionar la configuración de privacidad, entre otras opciones.
Con información de www.orbiumadicciones.com.