Nuevamente el Gobierno fijará por decreto el aumento del salario mínimo
Por segunda vez consecutiva desde la asunción de Javier Milei y un día antes de la marcha que realizará la CGT contra el ajuste y el deterioro de ingresos de trabajadores y jubilados, las deliberaciones entre empresarios y sindicalistas en el marco del Consejo del Salario volvieron a fracasar este martes por lo que el Gobierno fijará en forma unilateral el aumento que regirá en el sueldo mínimo, vital y móvil.
El desenlace es el mismo que se registró en febrero pasado cuando, ante la imposibilidad de un entendimiento entre representantes de las cámaras empresarias y de la centrales sindicales, el Ejecutivo debió recurrir al mecanismo del laudo y de esa forma estableció un incremento de 30% que llevó el piso salarial a $ 180.000 el valor mensual o $ 900 la hora en febrero y a $ 202.800 para marzo o $ 1.014 la hora.
Tras el fracaso de este martes, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, tendrá un plazo de tres días para oficializar el nuevo incremento del piso salarial que, además de establecer la retribución de unos 300 mil trabajadores fuera de convenio, es una herramienta clave para la determinación del monto de los planes sociales, como el caso del reformulado Potenciar Trabajo, y del valor de las jubilaciones mínimas, entre otras asignaciones.
«Se caía de maduro que iban a postergar cualquier decisión», reprochó uno de los referentes de la CGT que participó de las negociaciones encabezadas por la flamante subsecretaria de Trabajo, Liliana Archimbal.
Durante las discusiones, la representación empresaria propuso un esquema que contemplaba un aumento del salario mínimo de 8% desde mayo y una suba de 5% en junio, mientras no había ofrecimiento de mejora para el mes de abril . Por su parte, y tras los planteos iniciales, los dirigentes de la CGT y de las dos CTA (Autónoma y de los Trabajadores) consensuaron un reclamo unificado para elevar el piso salarial en abril a $ 377.600 y en mayo a $ 440.000, totalizando un incremento de 118%.
Sin embargo, las partes no avanzaron en un acercamiento, por lo que Archimbal decidió culminar las deliberaciones. Ahora Cordero deberá laudar y anunciar la nueva suba del piso salarial, aunque fuentes cercanas al funcionario indicaron que aún no está definido el esquema que se habilitará para la recomposición.
Desde la CGT, en cambio, deslizaron que seguramente la decisión oficial se asemejará a la oferta del sector empresario y no contemplará subas para el mes de abril. «Ya estamos a fin de mes, se van a comer abril y van a dar una suba para mayo y junio», indicó un dirigente que participó de las discusiones.
Si la especulación sindical se confirma el Gobierno repetirá también la postura que aplicó en febrero último cuando, al fijar por laudo el aumento del salario mínimo, «salteó» el mes de enero y solo dispuso subas para febrero y marzo. En esa oportunidad y en relación con el piso fijado previamente para diciembre ($ 156.000 para los mensualizados o $ 780 la hora), los $ 202.800 a los que trepó el mínimo en marzo equivalen a un aumento del 30%.
La inflación acumulada en el primer trimestre del año fue del 51,6% versus un 30% del aumento del SMVM, lo que representa un deterioro del 15,8%. Si a eso se agrega una inflación en torno al 10% estimada para el mes de abril, en el primer cuatrimestre la suba promedio de los precios alcanzaría el 66,8%, lo que ahonda la caída del piso salarial que alcanzaría el 22,1%. Esta pérdida se suma a la de 2023 cuando el salario mínimo tuvo un incremento del 151,8% frente a una inflación del 211,4%. Fue un deterioro de 19%.
También un informe de CIFRA reparó en la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo desde la asunción de Milei. Según el relevamiento, entre noviembre de 2023 y abril de este año, «el piso salarial aumentó nominalmente 38,9% frente a una inflación que puede estimarse en más de 110% en el período. Se consumó así en pocos meses una reducción real de 34,1%», apuntó el trabajo.