OPINIÓN: El bracito armado del Topito Caputo
No queda claro si la idea de organizar un brazo armado es en serio o son unos pibes disfrazados de fascistas en una fiesta de Halloween.
Cuando los gobiernos aciertan no hay que ser mezquinos en el elogio. La buena noticia a destacar, más allá de la baja de la inflación, es que sigue viento en popa el tema de los correctivos contra los econochantas y los periodistas ensobrados. A la extensa lista de los que ya fueron neutralizados por el presidente y su estructura de propaganda, esta semana se sumó el escarmiento aplicado a otros tres mandriles: Luciana Geuna y Natasha Niebieskikwiat de TN y Marcelo Longobardi de Radio Rivadavia. Bien ahí la gente de Javi denunciando a quienes pretenden hacer flamear sobre nuestra Patria el sucio trapo rojo. Somos argentinos de bien, pero por sobre todo somos derechos y humanos.
Para defender estos valores, los libertarios crearon una banda tributo a la Junta Militar llamada “Las Fuerzas del Cielo”. Ellos dicen que buscaron una estética imperial romana pero le erraron por casi dos mil años porque, más que la estética romana de Julio Cesar, parecía la de Mussolini. Además, los que estaban arriba del escenario no se parecían tanto al Duce sino más bien a Alberto Sordi y Lando Buzzanca, quien no los recuerde los puede googlear.
De fondo se veían grandes banderas verticales con las palabras “Patria, Familia y Propiedad”. Emocionante homenaje a aquellos viejos hits de Cosme Beccar Varela con su agrupación TFP (Tradición, Familia y Propiedad) cuando, por ejemplo, en 1972 denunciaron que el entonces presidente de facto, el General Lanusse, era comunista (posta).
Estos tipos de “Las Fuerzas del Cielo” se acaban de presentar como “el brazo armado de Milei” y, al parecer, se dedicarán a perseguir a los que no la ven. Hermoso. Estos son los momentos en que nos damos cuenta de que todavía hay gente que extraña a Suárez Mason.
¿Es esta la lectura correcta de los hechos o simplemente estamos frente a unos chicos que se disfrazaron de fascistas para ir a una fiesta de Halloween?
Ni una cosa ni la otra. La realidad es que acá se esconde algo mucho más interesante. Veamos.
Aunque parezca que no tiene nada que ver, para entender de qué se trata esto primero debemos imaginar en qué está pensando Cristina, cosa que es bastante fácil porque, después de 20 años, ya la junamos de memoria.
Obviamente Ella quiere volver y ya está craneando la estrategia para lograrlo. Más vale que la piense bien porque la última vez con Alberto le salió como el ojete. Analicemos y conectemos esto con “Las Fuerzas del Cielo”.
Olvidémonos de las encuestas y vayamos a los últimos datos fehacientes. Ella sabe que en la primera vuelta de las elecciones presidenciales Milei sacó 8 millones de votos. Quiere decir que hubo 8 millones de personas que apoyaron lo que Javi prometía (dolarización, lucha contra la casta, motosierra, compra venta de vesículas, etc).
En esa misma primera vuelta, Patricia Bullrich sacó 6 millones de votos, eso significa que hubo 6 millones de personas que no adherían a Milei sino a las ideas de Juntos por el Cambio y, más precisamente, a las ideas del Gato. O sea, una mirada liberal de la economía pero mucho más republicana, seria y respetuosa de las instituciones. Digamos, liberales medio tristones.
En el ballotage, a los 8 millones de votantes originales de Milei se le sumaron los 6 palos de Bullrich bajo la siguiente consigna: “antes de que gane Massa y siga el kirchnerismo mejor que gane Javi”. Por si alguien estaba indeciso, Macri puso el pecho, salió de garante y hasta mandó su gente a fiscalizar las mesas. Así fue como Javi juntó los 14 millones de votos (8 de él + 6 de Bullrich) que le dieron el triunfo sobre los 11 millones de Massa.
En otras palabras, hay 8 millones de ñatos que les encanta Javi tal cual es y hay 6 millones que les gusta Javi pero están un poquito incómodos con sus delirios. Cristina la vió y ahí le apuntó.
Ella, como suele pasar con el peronismo, siempre está a un pasito del retorno. Solo hay que recordar que el peor gobierno de la historia democrática argentina, el de Ella con Massa y el profesor onanista, sacó el 37% de los votos y estuvo a solo 3 puntos de ganar en primera vuelta.
Considerando estos datos objetivos, Ella puso en marcha dos planes. El primero fue salir a la cancha asumiendo la presidencia del PJ. Sabe que su aparición espanta a los inversores y, por ende, pone en riesgo todo el plan de Milei. La sola posibilidad, aún cuando parezca lejana, de que se reinstaure en la Argentina algún formato con olor a chavismo es suficiente para que todos salgan rajando. Una vez más, el Teorema de las Moscas: “la cantidad de dólares y la velocidad a la que se van es inversamente proporcional a la distancia que hay entre Cristina y la Casa Rosada”. O sea cuanto más se acerca Ella al poder, más se alejan los dólares. Con esto ya alcanzaría para complicarlo a Milei. Para colmo, el chambón se la pasa subiéndola al ring. Ya explicaremos por qué lo hace y quién lo induce a hacerlo.
El segundo plan va en paralelo al primero pero es mucho más divertido y audaz.
Mirando por televisión los últimos videos del “expresidente” baboseándose en el despacho de la Rosada, Ella pensó: “me metieron a este pajero como Topo, ahora les voy a infiltrar uno yo”.
Así fue como surgió el plan del Triángulo de Hierro. En realidad, es un triángulo isósceles porque tiene dos lados iguales, Javier y Karina Milei, y uno desigual: Santiago Caputo.
¿Por qué es desigual? Porque en realidad Caputo no es ni más ni menos que el topito puesto por Cristina para convencer a Javi y a todo el gobierno de sus estrategias de marketing. No por nada Cristina lo eligió entre los empleados de Durán Barba. Allí trabajaba Santiago Caputo.
El topito Caputo es quien lo empuja a Milei a pelearse con sus aliados naturales, a insultar a cuanto economista y periodista se le cruce, a tratar de comunistas a todos los que no son libertarios, a pelearse con infinidad de países y mandatarios, a romper con la Vicepresidenta Villarruel, a postular al Juez Lijo para meterlo en la Corte y a maltratar al mismísimo Mauricio Macri. Caputo también es el que convenció a Milei de subir a Cristina al ring.
Su último golpe fue la creación de la organización “Las Fuerzas del Cielo” presentándolos como el brazo armado de Milei. Una idea genial del topito Caputo que intenta espantar algo de los 6 millones que aportaron Bullrich, Macri y JxC. Exactamente lo que necesita Cristina.
Sacar a pasear por los medios a los tipos de Las Fuerzas del Cielo y perder millones de votos será todo una misma cosa, diría Borges.
Hay que reconocer que la jugada de Ella es muy buena. Al menos es mejor que aquella de: “le he pedido Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos”. Ser peronista, escuchar esta frase y pegarse un tiro en los coglioni también es todo una misma cosa, diría otra vez Borges.
De todos modos, la carrera es larga y quedan muchos interrogantes. ¿Le alcanzará a Cristina? ¿Se avivarán Javi y Karina de que les metieron un Topo? ¿Será que Vicky ya se avivó y por eso Caputo lo convenció a Milei de fulminarla? ¿Qué opinará Lilia Lemoine?
Todo está por verse. La única certeza que tenemos es que el 2025 seguirá siendo tan divertido como el 2024.
Una verdadera comedia italiana.
Para Clarín, Alejandro Borensztein