OPINIÓN: Nosotros, los malditos zurdos
Javi sigue luchando a brazo partido contra la inflación y contra la epidemia de comunistas.
Tiene tanta suerte el León que justo en el momento en que comenzaban escucharse las primeras críticas, reapareció Cristina haciendo un tik tok y automáticamente nos hizo recordar las razones por las que las grandes mayorías populares votaron a Milei. Dura encerrona para el kirchnerismo: si se esconden se debilitan y si reaparecen se debilitan aún más.
Al revés de lo que pasa con Javi que viene fortaleciéndose y que, si llega a bajar la inflación a un dígito anual, será campeón del mundo. Ni hablar si termina con la epidemia de comunistas.
Al respecto, veamos lo siguiente.
La última vez que nos reunimos con López Murphy, Jorge Fernández Díaz, María Laura Santillán, Domingo Cavallo, Romina Manguel, Carlos Rodríguez, María O’Donnell, Laura Serra y Miguel Angel Broda fue en Beijing, cuando nos graduamos en la Escuela de Formación Maoísta que depende del Partido Comunista Chino.
Allí no estaban ni Horacio Rodríguez Larreta ni Marcelo Longobardi ni siquiera Diego Sehinkman porque, si bien todos nos formamos en la misma época, ellos estudiaban comunismo en Corea del Norte, donde también se graduó Lanata.
Sin dudas, esta fue una de las mejores camadas que formó el PC Chino, no solo por el nivel de los alumnos sino básicamente por los profesores que tuvimos. Daban clases el uruguayo Sanguinetti, Clinton, Tony Blair, Angela Merkel, el español Rajoy y hasta nos dimos el lujo de cursar una materia con Joe Biden. En otras palabras, la crema del comunismo mundial.
Con los años, cada uno tomó su camino. Algunos viraron hacia el socialismo, otros se arrimaron a la socialdemocracia y los menos se fueron a la democracia cristiana, pero siempre manteniéndose dentro de ese amplio universo que Milei define muy bien como “zurdos de mierda”. El único que sigue siendo maoísta comunista puro fue López Murphy. Al bulldog no le torcés el brazo tan fácilmente.
Sin embargo, con el tiempo uno se va dando cuenta de que, si hablamos de izquierda, es mucho más conducente hacer negocios por izquierda que ser comunista, sobre todo si el objetivo final es poder veranear todos los años en Cerdeña.
Estos negocios abarcan muchos rubros. Desde recibir los famosos sobres de la política y de los poderes concentrados para escribir a favor o en contra de alguien hasta manejar el negocio de los bingos y los casinos, licitar obra pública, meterse con los seguros del Estado, conseguir prebendas en Tierra del Fuego, participar de un fondo fiduciario estatal, revolotear alrededor de AySA, truchar importaciones con las SIRA o estar en el curro de la industria tabacalera. Da lo mismo. Todos los caminos conducen a Roma. Una vez allí, hacés trasbordo a Capri, Cerdeña o donde prefieras. Eventualmente, como nos enseñaron los Insaurralde, Marbella también es una opción. Al fin y al cabo, al proletariado hay que defenderlo en todas partes pero si es en el Mediterráneo, mucho mejor.
Por todo esto, desde acá celebramos la decisión del gobierno de postular al Juez Lijo como miembro de la Corte Suprema.
Si queremos seguir ganando guita por zurda es imprescindible que Lijo llegue a la Corte. De hecho, lo ideal sería que hubiera varios Lijos, pero al menos empecemos por uno.
Menem nos enseñó que para hacer un buen negocio con el Estado y por izquierda hay que tener jueces que te protejan. Robar y que te agarren no tiene ninguna gracia. El asunto es robar y zafar. Si los Kirchner hubieran seguido siendo menemistas y aprovechado las enseñanzas del riojano, se habrían ahorrado la mitad de los problemas que tienen hoy.
Por supuesto, hay sectores académicos, profesionales e intelectuales que se han pronunciado contra la nominación de Lijo. Gente ignota que frente al éxito ajeno les brota el resentimiento. Nada para preocuparse.
La realidad es que la llegada de Lijo a la Corte depende básicamente de cuatro personas: Milei, como Presidente de la Nación y jefe de LLA, Cristina, como jefa del peronismo, Lousteau como presidente de la UCR y Macri como capo del PRO. Entre los cuatro controlan a los senadores que deberían aprobar el pliego.
En ese sentido, el panorama es muy alentador. Damos por hecho la posición de Milei dado que fue él mismo quien lo propuso. Dicen que la Vicepresidenta Villarruel no está muy convencida, será cuestión de chamuyarla un poquito. Desde acá nos ofrecemos para conversar con Vicky. En cualquier caso, el voto de LLA está.
Por su parte, si bien el kirchnerismo todavía no se pronunció, justamente ese silencio parece decir mucho. Por ejemplo, que el Juez Lijo le hizo una gauchada monumental a Gildo Insfrán en el tema del choreo que armó Boudou con el gobernador de Formosa, trasladando la causa a un juez de la provincia de Formosa. Quien dice “un juez de la provincia de Insfrán” dice un gomía de Insfrán. Dado que el jefe de la bancada de senadores kirchneristas es el formoseño José Mayans que responde al mismo Insfrán, podemos ser optimistas.
Como si esto fuera poco, Marcelo Bonelli (otro camarada con el que compartimos el curso de adoctrinamiento comunista en Beijing) contó en su nota del 28 de marzo en Clarín que cuando Cristina se enteró de la nominación dijo: “con Lijo se puede hablar”. Es sabido que Ella, De Vido, Baéz, etc, son toda gente muy conversadora. O sea, ya tenemos el voto peronista. Dos de cuatro.
Algo similar pareció expresar Lousteau cuando Sehinkman en TN le preguntó sobre Lijo. El tipo puso cara rara y dijo: “primero quiero ver el pliego y los antecedentes”, como si los antecedentes no estuvieran publicados en todos los diarios desde hace años. La única objeción que balbuceó el flamante presidente de la UCR fue que la vacante debería cubrirse con una mujer. O sea que si Lijo apareciera con pollera, tacos altos y se autopercibiera mujer, Lousteau no tendría ningún problema en apoyarlo.
En realidad, todo indica que la postulación de Lijo sería una gran noticia para los socios radicales de Lousteau: Angelici, el rey del bingo y Yacobitti, el rey de la UBA. De hecho, Yacobitti ya adelantó por televisión que el pliego de Lijo seguramente será aprobado. Después se dió cuenta de que se había apurado y para disimular un poco declaró: “no es compatible educarse en la UBA y votar a Milei”. Se ve que el tipo está tan involucrado en las cosas de la UBA que se olvidó de la democracia. Conclusión: la UCR también estaría adentro. Ya tenemos tres de cuatro.
Faltaría saber lo que píensa Macri, aunque el prolongado silencio del Gato preanunciaría una buena noticia. Seguramente se expresará en los próximos días, una vez que se la vaya la bronca que tiene porque salió campeón sudamericano de bridge y cuando llegó a Ezeiza, soñando con una triunfal caravana por la Richieri, no lo esperaba ni el Uber. Sin embargo ya trascendió que Ritondo, el business manager del PRO, es hincha de Lijo. O sea, cuatro de cuatro.
Todo esto es un buen augurio para quienes hacemos negocios exitosos por zurda, pero también es un buen ejemplo de cómo se logran los consensos en política.
¿Querían consensos? Acá los tienen. Nunca tan casta la casta.
Esperemos que todo salga bien y ojalá se sumen otros Lijos así tenemos una nueva Corte Suprema mucho más expeditiva, más seria, más impoluta y más prestigiosa.
Como la que tenía Menem.
Para Clarín, Alejandro Borensztein