OPINIÓN: Se viene el zurdaje

No vaya a ser cosa que de tanto combatir zurdos, ofender homosexuales y patear mandriles terminemos siendo gobernados por zurdos, homosexuales y mandriles.

Nunca tan oportuna aquella frase que Mirtha le dijo al flamante presidente Néstor Kirchner y a Cristina en su programa: “se viene el zurdaje”.

Analicemos.

La baja de la inflación, la estabilidad cambiaria, el fin de los piquetes y la reducción del déficit fiscal son todas buenas noticias que, nobleza obliga, debemos reconocer. Pero, como toda buena noticia, no tienen ninguna gracia.

En cambio, destacar que tenemos un presidente con saco, corbata, peinado de peluquería y maquillado por un pizzero, que anda como loco por el mundo cazando zurdos y ofendiendo homosexuales, tal vez es menos importante pero muchísimo más divertido.

Sobre la economía, esperemos que la cosa siga mejorando. Uno no es economista por lo tanto solo cabe confiar en los conocimientos de Milei y en los de Caputo, un oficial de cuenta devenido en ministro que aprendió rapidísimo. Fumemos.

Dado que humor a favor de los gobiernos acá no trabajamos, vamos con la parte que nos entretiene.

Dato menor a observar: en la previa de cada presentación del León, su equipo exige bajar la intensidad de las luces y ubicar las cámaras de manera tal de poder enfocarlo desde arriba para, créase o no, disimular la papada.

Este pequeño detalle esconde un asunto mayor. La idea de disimular la papada no tiene sentido porque, como todo el mundo sabe, la papada de Javi es preciosa. Pero si así no fuera, el recurso de tratar de escondérsela iluminando y forzando la puesta de cámaras solo logra que muchos hablen de su papada. O sea consiguen el efecto contrario al buscado.

Este error conceptual sirve para analizar todo el fenómeno Milei y entender que tarde o temprano, como dijo Mirtha, se vendrá el zurdaje. No sabemos cuando, pero venir se va a venir. Es el famoso péndulo.

Veamos qué dice la historia.

Luego del derrocamiento del General Perón en 1955, la Revolución Libertadora no tuvo mejor idea que proscribir al peronismo, inclusive prohibiendo que los medios nombraran a Perón. De hecho, durante años el diario La Prensa, emblema del antiperonismo, lo llamaba “el tirano prófugo” porque Perón, como todo buen tirano, vivía en el exilio.

Tanto lo persiguieron, lo degradaron y lo prohibieron que, cuando finalmente se volvió a presentar a elecciones, 18 años después, sacó el 62% de los votos. Ni los peronistas lo podían creer. Es decir, quienes lo trataron de borrar terminaron llevándolo al lugar más alto de la historia reciente. Después del Emperador Javi, obvio.

La física lo explica mejor. La tercera ley de Newton plantea que “toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto. Es decir, siempre que un objeto ejerza una fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual magnitud, pero en sentido opuesto al primero”. Es evidente que nuestros políticos no saben ni de historia ni de física. Viendo cómo dejaron al país, está claro que saben de muy pocos temas.

¿Qué significa todo esto? Simple. Tanto rompen las pelotas con los zurdos, los mandriles y los putos que al final van a conseguir que, tarde o temprano, tengamos un gobierno lleno de zurdos, mandriles y putos. Newton y la historia lo demuestran.

Veamos un ejemplo más simple.

Hace unos meses, el gobierno le cambió el nombre al Centro Cultural Kirchner. Es obvio que el CCK nunca debió llamarse así porque viola la ley que exige que transcurran 10 años del fallecimiento de una persona para ponerle su nombre a un lugar público.

Pero además, aún sin esa ley, la buena educación y el sentido común indican que no correspondía que la señora de Kirchner le pusiera al nuevo centro cultural el nombre de su marido. Ya sabemos que buena educación y sentido común son dos virtudes que el kirchnerismo nunca tuvo. Por eso le pusieron Néstor a todo.

Más allá de esto, el desatino de llamarlo CCK, nos guste o no, ya estaba instalado en la voz popular.

Antes parabas un taxi, le decías “llevame al CCK” y chau. El tipo sabía a donde ir. Ahora le decís “vamos al Palacio Libertad Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento” (ese es el nuevo nombre completo) el tipo te mira por el espejito y empieza con el celular a buscar en el Google Map.

Para colmo, en la entrada del CCK había una placa de mármol gigante con los nombres de los tres responsables de la obra: Cristina, De Vido y José López (el de los bolsos y el convento). La sacaron. En realidad, debieron haber dejado que se siga llamando CCK con la placa de los tres procesados y condenados iluminada como si fuera la Torre Eiffel. Nada más simbólico de lo que fue el kirchnerismo.

¿Qué logró Javi cambiando el nombre y sacando la placa? Asegurarnos que algún día volverá a llamarse CCK. Es más, dado que el péndulo va y viene cada vez con más fuerza (recordar Perón 62% en 1973), lo más probable es que la próxima vez que gobierne el peronismo lo rebauticen como “CCK CHEMGOFO (Centro Cultural Kirchner y CHupate Esta Mandarina Gorila FOrro)».

Macri, como buen ingeniero, conoce bien las leyes de Newton. Por eso ni se metió con el CCK. En cambio Cristina, si bien es una gran arquitecta egipcia, se ve que allá en El Cairo enseñan física con otros libros porque nunca entendió el concepto.

Ella jodió con el “todos y todas” durante 20 años, imponiendo la distinción de género en cada mención y omitiendo todo lo que la RAE explicó mil veces. Al final lo único que logró es que venga Milei y les rompa el paradigma. Recordemos a Newton: “Toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto”.

Soldados y soldadas, diputados y diputadas, mozos y mozas, perdieron tanto tiempo duplicando sustantivos y adjetivos que al final no les alcanzaron los cuatro mandatos para hacer la revolución bolivariana.

Hoy Milei comete el mismo error. ¿Qué necesidad de meterse con el tema de la homosexualidad en pleno siglo XXI? El Jefe de Gabinete, Guillermo Franco, declaró en una nota con Tenembaum que la gente es libre de hacer lo que quiera, puertas adentro de su casa. ¿No me digas?

¿Qué van a lograr con esto? Que todos los homosexuales salgan a la calle tomados de la mano, besándose y toqueteándose, solo para provocar al gobierno. Es más, debe haber muchos heterosexuales pensando en hacerse homosexuales solo para joderlo a Milei.

¿Esta es la agenda de lo importante? No. Mientras el gobierno nos distrae discutiendo sobre zurdos, travas, putos, bolches y mandriles, Milei y Cristina estarían negociando la aprobación del pliego del juez Lijo a cambio de cajonear en el Senado la Ley de Ficha Limpia. Lo meterían a Lijo, ampliarían el número de miembros de la Corte con el apoyo de todos, así los peronistas, los radicales, el PRO y el gobierno acomodarían, cada uno, su juez de confianza.

Todos contentos. Por supuesto todos menos usted y yo, amigo lector, que tenemos que seguir laburando y pagando impuestos. Esos impuestos que siguen sin cobrarle al medio país que vive en negro.

Si usted no garpa el IVA o la cuota de ganancias inmediatamente le embargan hasta el canario. Pero ellos tiene departamentos en Miami sin declarar y no pasa nada. Para estas cosas necesitan esos jueces.

Así somos. Perdón, así son.

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