OPINIÓN: Un sol para Cristina
No vaya a ser cosa que ahora que le sacaron la jubilación a Cristina tengamos que hacer una colecta para mantenerla.
Nada sería más fácil que subirnos a la euforia libertaria provocada por la baja de la inflación y el riesgo país, el superávit fiscal, la estabilidad cambiaria, la crisis opositora y la increíble manera en que el presidente Milei fue recibido en EEUU por Donald Trump. Sin embargo, esta página elige el camino más difícil que es el de acompañar en este doloroso momento a Pepe Albistur.
Se suman a esta cruzada las cadenas Cinemark Hoyts y Showcase que van a aportar todo el pochoclo que sea necesario, así como también la empresa Caro Cuore que anunciará el lanzamiento de su línea de corpiños para hombres, tantas veces reclamada por Pepe y sus tetas. Lo que quizás ayudaría a mitigar la mala racha de Albistur es que el pajero de su amigo Alberto le devuelva de una buena vez el departamento que le prestó en Puerto Madero y se lleve todas sus cosas, incluida la lencería erótica. Ojalá así sea. En cualquier caso, ante la desgracia, desde acá bancamos.
Pasando a otro tema, hacemos un pedido especial a todos los legisladores a los que ahora se les dio por debatir el tema del juego, las apuestas y los bingos. Es muy importante que abandonen estos proyectos y dejen todo como está. Por favor, no toquen nada. La timba es fundamental para la vida institucional de la República, no solo porque de ahí come toda la política sino porque es la única manera que tiene un pobre para dejar de serlo, sobre todo ahora que tenemos tantos.
Emociona ver las camisetas de Boca y River auspiciadas por las empresas de apuestas on line. Eso permite que todos los pibes que compran las remeras de su club favorito aprendan de qué se trata el escolazo y le vayan tomando el gustito desde chiquitos.
Por otra parte, si limitamos el juego terminaremos de arruinar el único logro que todavía puede exhibir el kirchnerismo: haber promovido y autorizado un bingo en cada pueblo del país. Un ejemplo más de la famosa ampliación de derechos del gobierno de Néstor y Cristina: allí donde había una necesidad de timbear hay un derecho a apostar.
Gracias a la década ganada ya no tenés que viajar a Mar del Pata para poder ir al casino, como era siempre. Ahora lo tenés en tu barrio. Salís del laburo o del colegio, caminás un par de cuadras, te metés en el bingo y le das a la maquinita sin problema. Y de última, si estás muy cansado, te vas a casa y apostas on line. No fue magia, el kirchnerismo lo hizo. Como decía el General: “De casa al trabajo, pasando por lo de Cristóbal López, y del trabajo a casa, pasando por lo de Cristóbal López”. Para ser justos hay que reconocer que el PRO y le UCR ayudaron un montón, tanto en la ciudad como en la provincia.
Por todo esto, le pedimos a los legisladores que por ahora se olviden del asunto. Ya llegará el momento en que deberán ocuparse en serio, cuando entiendan que la ludopatía es una adicción mucho más dañina que las drogas porque, si bien estas destruyen a una persona, el juego destruye a toda la familia. El tipo que juega, primero pierde la guita, después vende el televisor, la moto, la heladera hasta que un día los pibes llegan del colegio y descubren que papá empeño las camas, los juguetes y se tienen que ir todos a vivir a la casa de la abuela.
Dicho todo esto, vayamos a lo importante. Aparentemente, esta fue una mala semana para Cristina.
Decimos aparentemente porque no está muy claro si todo lo que le pasó es algo que la enoja y la complica o si en el fondo está bailando en una pata porque encontró un relato que le suma un montón. En otras palabras: no sabemos si la condena judicial y la baja de sus 20 palos mensuales de jubilación la destruyen y la exponen frente a la sociedad o le regalan un nuevo relato de victimización y persecución.
Al menos eso se desprende de sus cartas. Esta semana estuvo prolífica. A falta de una, escribió dos. Una el martes y la otra el jueves. Últimamente viene escribiendo muy seguido y para peor Ella es bastante larguera. Los militantes no terminan de debatir una que ya tienen que leer la otra. Cristina va a tener que replantearse la estrategia porque si los pibes para la liberación van a tener que leer cartas todos los días no les va a quedar tiempo para derrocar a Milei y hacer la revolución nacional y popular. Así nunca van a conseguir instaurar el chavismo.
En la carta del martes titulada “Los copitos de Comodoro Py”, ella se anticipó al fallo de la Cámara de Casación que terminó confirmando la condena y ahí mismo arrancó con el temita de la persecución, la proscripción y toda esa milonga de siempre. En realidad, la verdadera proscripción fue la de Perón. La de Ella es, como mucho, un malentendido administrativo que algún día debería explicar.
Cristina suele atacar como falsa progresista pero siempre se termina defendiendo parapetada detrás del viejo peronismo. “No vienen por mí, vienen por el peronismo” vuelve a gritar buscando apoyos mientras los peronistas silban bajito y miran para otro lado.
En la carta explicó que los jueces y los poderes concentrados la inhabilitan de por vida porque (textualmente) “tienen miedo que yo tenga la suerte de Mirtha Legrand que con sus 97 años, además de estar espléndida físicamente, tiene una lucidez que ya algunas de 30 querrían. A veces desde el humor se pueden entender mucho mejor las cosas”.
Caramba, Cristina hablando de humor y colgándose de Mirtha, creer o reventar. Se pasó 8 años prohibiéndole a todos los funcionarios kirchneristas que fueran a los programas de Canal 13 o de TN y ahora termina elogiando a Mirtha. Una condena más y va a pedir conducir Telenoche con Nelson Castro.
A diferencia de la del martes, la carta del jueves referida a la baja de su jubilación de 20 palos, ya fue mucho más agresiva. Raro. Se ve que le dolió más que el gobierno le saque la guita a que la justicia la condene por corrupta. A Milei directamente lo llamó “dictadorzuelo”. Ahí se apuró. A Javi hay que darle tiempo. Dejemos que siga viendo comunistas por todos lados y, más que un dictadorzuelo, vamos a terminar teniendo un dictador de la gran puta.
Si nos tomamos en serio el hecho de que Ella vivía con los 20 palos que cobraba, es evidente que ahora estaría en problemas. Sin embargo uno tiende a sospechar que no es para tanto. Algún canuto en billetes de 500 euros debe haber quedado.
Y de última son 200.000 dólares al año. Lo mínimo que puede hacer Máximo, que declaró tener millones de dólares, es tirarle una anchoa a su vieja. ¿De dónde se creerá este muchacho que salió toda esa guita que tiene? Alguien debería explicarle al jefe de La Cámpora quién era ese señor que cuando iba a visitarlos, habitualmente con un bolso, el papá le decía “saludalo al tío Lázaro que te trajo un regalito”.
Cristina dice que no hay pruebas que demuestren la relación entre Ella y Lázaro Báez. Caramba, nuevamente.
Es verdad que no hay ningún mail o wapp entre ellos. Solo se construyeron obras entre ellos, se compraron, se vendieron y se alquilaron propiedades entre ellos y se prestaron plata con mutuos firmados entre ellos. Hasta el mausoleo le hizo Báez.
Vamos Máximo, agradecé que mamá no va presa, meté la mano en el bolsillo, mantenela y todos contentos.
No seas ratón pibe.
Para Clarín, Alejandro Borensztein