Plazos fijos: tras dato de inflación, el BCRA volvió a bajar la tasa
El Banco Central (BCRA) volvió a bajar este martes otros 10 puntos porcentuales la tasa de referencia, que quedó en el 40% anual, en otro paso de su política de licuación de pesos de la economía.
De hecho, algunas entidades ya venían descontando desde hacía semanas este nivel de tasas ya que muchos ofrecían a quienes colocaran un plazo fijo a 90 días rendimientos en torno al 40% nominal anual, muy por debajo de la tasa de política monetaria que estaba vigente.
Cabe recordar que la autoridad monetaria redujo el pasado 2 de mayo la tasa de política monetaria (la de pases) al 50% anual, desde un 60% previo, un nivel muy bajo comparado con el 133% que recibió Javier Milei de manos de la anterior administración de gobierno. Tal como plantea el economista Salvador Vitelli, de Romano Group, a través de su cuenta de la red social X (ex Twitter), «en un lapso de 23 ruedas, recortó la tasa del 80% al 40%».
Con esto, como se dijo, lo que busca el Gobierno es seguir con tasas reales negativas para seguir licuando stocks de pesos de la economía y, a la vez, hacer más atractivos los instrumentos que coloca el Tesoro. Al bajar la tasa de referencia, los activos de deuda de Hacienda se vuelven más interesantes.
«Es algo que el BCRA viene aplicando desde diciembre. Salió el dato de inflación y vuelve a bajar la tasa frente a lo que ellos esperan que sea un nuevo mes de desaceleración inflacionaria en mayo. Es muy probable que lo que busquen sea que la tasa se equipare con la del crawling peg en el 2% mensual junto con la de inflación y eso sería lo lógico en una economía sana, pero realmente, hoy lo puede manejar así el Central gracias al cepo, si no, sería imposible», describe a Ámbito el economista Christian Buteler.
El analista señala que quienes tienen excedentes de pesos hoy son las empresas porque el resto de la sociedad ya se dolarizó en los últimos años y no tiene resto porque se le ha licuado mucho el poder adquisitivo desde diciembre. Y considera que, «si el Gobierno no logra su objetivo rápido, incluso con el cepo, le va a costar sostener este camino».
Sin dudas, por otro lado, el actual equipo económico utiliza la tasa como ancla inflacionaria a través de la búsqueda de controlar la emisión y el déficit cuasifiscal que le representan los pasivos del BCRA. Para el economista Federico Glustein, esto «alienta la perspectiva en los actores del mercado de que el cepo va a seguir vigente por algún tiempo más».
Indica que se da una dinámica de juego entre cepo y tasa muy notoria. «La pueden seguir bajando mientras las restricciones de acceso al dólar estén vigentes porque, mientras el crawling peg siga en el 2% mensual, la demanda de divisas se canaliza hacia los tipos de cambio más altos», detalla Glustein. Y anticipa que, de darse esta dinámica hacia adelante puede derivar en una tasa que podría llegar al 25% 0 30% anual.
Ámbito